martes, 5 de junio de 2012

E.T 1982

Es la historia más personal de Steven Spielberg y uno de los más grandes hitos de la historia del cine. Trata sobre un niño llamado Elliott que un día, tras pagar una pizza que había pedido su hermano, se encuentra en el trastero de la casa a un extraño ser. Elliott deja un sendero de dulces hasta su cuarto, el cual sigue el pequeño extraterrestre, y una vez en su habitación decide quedarse con él.

La película empieza en un bosque con una escena confusa donde se puede apreciar que un grupo de investigadores y de agentes persiguen a unos extraterrestres que acaban huyendo en su nave espacial. Lo más interesante del principio es que nunca revela las caras de los seres, mantiene la intriga hasta que se conoce al personaje principal.

Durante la película el objetivo es esconder a E.T del gobierno estadounidense para evitar que le utilicen en experimentos. El niño y él compartirán una conexión psíquica que hará que todo lo que uno haga afecte al otro. Esa conexión causará una enfermedad en ambos que casi mata al alienígena de corazón brillante.

La historia está basada en la infancia del propio director y los personajes principales les representan a él y a un amigo imaginario que se inventó tras el divorcio de sus padres para sentirse menos solo. Es de suponer que se quedaría a gusto puesto que él dice de sí mismo ser un emisario de la buena voluntad y con la de 'Encuentros en la Tercera Fase' no es que dejase en buen lugar a los extraterrestres. Con este filme el público se alía con lo externo, con lo desconocido, para encontrar una conexión mucho más valiosa que cualquier investigación: La verdadera amistad.

La escena en la que se disfrazan como de fantasmas para huir al bosque e intentar llamar a la familia de E.T es el logo de Amblin Entertaiment, la productora de Spielberg.

El rostro de E.T está inspirado en las caras de Albert Einstein, Carl Sandburg y Ernest Hemingway. Es la única película de Spielberg que no ha montado Michael Kahn, sino que la montó Carol Littleton.

La B.S.O de esta película me encanta porque me recuerda mucho a la de Harry Potter. ¡Y cómo no se me iban a asemejar! ¡si están compuestas por el mismo autor!. La montadora colocó las escenas de acuerdo al ritmo para que lo importante estuviera en los momentos álgidos de la música.


Para conseguir lo que nos proponemos debemos dejar el miedo a un lado.

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